jueves, 22 de enero de 2009

Sueño Dual

Siempre forme mis caminos por varios senderos, recorrerlos, vivirlos, añóralos más no pensé que alguien estaría a mi lado, sosteniendo mí mano previniendo mis tropiezos ¿Qué pasará si sólo tratase de un sueño?

Nada solo seguiría soñando como hasta ahora, construyendo caminos porque la vida al final nos une a una dualidad; entonces mis sueños no sólo serán míos, en mi memoria habitará otro mundo, en mi pecho la calidez de su recuerdo arderá tan fiel como el sol arde en su puesta.

Dos ojos me mirarán más de una forma, dos manos me tocarán sin dejar espacio en mi piel y mis dos piernas subirán contigo a la divinidad o bajarán al ardiente deseo teñido de rojo sangre.

El tiempo correrá, como hasta ahora, todo cambiará pero seguirá en su lugar, porque tan efímero es un sueño cómo el aliento, la vida no detiene el tiempo, ahora, mañana, quizás un año no lo sé.

Mi mano buscará entonces la suavidad de tus dedos, tus marcas cicatrices ocasionales, tu boca ardiente de labios prometedores me espera para el beso de la fatalidad que rompa la línea delgada de mí mundo y la realidad, no como sucede en los cuentos de hadas porque que soy una mujer con la más inconsciente pasión por descubrir las formas que habitan en tu mente, tus fantasías lo que verán tus ojos al encontrar los míos, ¿Tardaras en tocarme?

A veces quisiera despertar, abrir mis ojos para visualizar tu silueta, en un momento tdónde todo se oscurece, sólo tu luz permanece, comienzo a avanzar corro por el túnel más no consigo avanzar, la desesperación me abrasa, dejo de moverme me paralizo, un gota de agua cae, la escucho todo comienza a llenarse de aquel líquido vital, puedo sentir la frialdad en la que me hundo lentamente, y aunque es mi sueño no consigo nadar, me desvanezco.

Una lágrima rueda sobre mis mejillas acciona mis ojos, despierto súbitamente mi respiración es agitada, es la única música que armoniza la habitación, me enderezo pero lo que veo no es un sueño, no sólo eres real, sino que te encuentras a mi lado izquierdo duermes y con tu sombra me proteges.





Especial para ti, Azrael .






martes, 13 de enero de 2009

Carta a una amiga

A mis pensamientos les llega la imagen nítida de tu persona, una figura estética, de tamaño promedio, no muy baja, cabellos largos de color negro denotan una palidez aún más resaltada, sus ojos pequeños muestran la luz de sus sentimientos, cubiertos por un caparazón contra la violencia de este mundo, más no para mí, que sin la necesidad de tus confesiones conozco la realidad de tus emociones.

Día con día conversábamos, de materialismos hasta los más profundos análisis de nuestras vidas, reíamos porque de todo el tiempo que lo hacíamos nunca llegamos a conclusiones especificas, nuestras dudas se disipaban con el tiempo, nuestros errores los remarcamos engrandeciendo nuestra experiencia, los triunfos eran mostrados, sobre un latente pesimismo de humor irónico que nos suele caracterizar.

Recuerdo las ocasiones que salíamos por las calles de la ciudad sin rumbo, el destino era marcado por la equivocación de un mal paso, cruzar en la calle errónea, abordar una línea del metro desconocida; sin embargo, seguimos avanzando, nos encontramos con sorpresas, conocimos personas, salimos con ellas, a veces cada quien por su cuenta. No importaban los días que no te veía, la extrañaba como es debido, pero no temía porque la conocía, nuestra amistad sobrevivió a los años, al cambio, a una ausencia telefónica (¡) permanecimos juntas de alguna forma.

Y aquí en esta hoja, donde mis palabras tienen la intención del recuerdo, plasmar mis sentimientos, con esta arma infalible de las letras, a ti, mi querida amiga, la única que sabe lo que habita en mi memoria, también lo que escondo de ella. El recuerdo no sólo de momentos, esos vienen y van, claro los atesoro, sino lo más importante el recuerdo de aquél lazo invisible, que nos unió hace algunos años, ese lazo larguísimo de tiempo e historia, se alarga más por la distancia que ahora existe, estamos lejos, pero no distantes.
El contenido de está carta se alberga en la brecha de la distancia, sin más que la simple necesidad de un intento, mejor considerado deseo, de un regreso, la repetición de nuestra cotidianeidad, la manera en como me gustaría. Mi manera y la realidad no son amigas, así es la vida, no más que un cambio inesperado, la adaptación para no perder lo que somos, porque somos de una forma diferente, aún las mejores amigas.



Atte. Una persona que camina en este mundo, con la sabiduría de tenerte como amiga
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