jueves, 4 de marzo de 2010

Para ti




Estoy de acuerdo contigo, sin duda tienes toda la razón la culpa de todo han sido de ellos, quienes no tuvieron la fuerza para soportar tales convicciones, será por eso que has llegado hasta aquí, recorriste un camino quizás incorrecto por eso te recuestas sobre tus rodillas y permaneces en ese estado de meditación durante largo rato, ahí en la esquina de aquella habitación húmeda, de paredes frías donde aún se perciben recuerdos de inocencia, con recortes de ilusión y un ligero tono de felicidad, pero de eso sólo quedan las huellas pues lo lúgubre del lugar oculta lo que alguna vez habitó.

Los rayos de luz suelen traspasar el oscuro panorama permaneciendo durante minutos, quizás horas pero de eso no te percatas, sólo los miras e intentas convencerte de lo contrario, de que nada ha pasado, lo de siempre que nada ha sucedido sólo se trata de un mal sueño, pero esta receta no funciona más para ti, el autoengaño ha caducado, ha expirado la promesa del cambio y sólo queda la realidad ésa que no te niegas a ver, no alzas el rostro por mucho tiempo cuando de pronto lo vuelves a hundir cada vez más con mayor ahínco.

Mírate tendida en el piso, luces como la figura de la que siempre has intentado huir, aquella silueta temblorosa que sólo denota tu fragilidad palpable como cada fibra de tu ser, siento lástima al verte así llenándote de polvo y liberándote de suspiros que cada vez suenan más débiles. Hasta que recobras un poco el aliento vuelves a recobrar la cordura, sabes que lo que ha sucedido hoy, lo que se repitió ayer y todos los días anteriores debe parar, la agonía podría resultar dolorosa, por otro lado lo sabes, ellos también.

Te incorporas de nuevo, decides que ya es suficiente, sí has tomado la decisión de cualquier forma no ha habido regreso desde que saliste de casa, tomaste un destino que no conformó a los tuyos, arribaste a un lugar lejano y decidiste no mirar atrás, extrañar estaba permitido mas no desertar de tus propósitos. Te he visto fallar en el intento pero sé que esta vez has llegado al límite y por esa razón no volveré a mirarte igual, porque te has fijado por fin de mi existencia y ahora podrás acercarte a mí, sin miedo a confundirte con nuestro reflejo, porque al final somos una, aunque nos veamos distinto.

;;